típicas y naturales costumbres panaderas, pero evolucionando con las
nuevas tecnologías, para así poder dar un mayor servicio y calidad en sus productos.
Seguimos con la misma ilusión que nuestros antepasados, manteniendo los mismos hornos de piedra, para así dar un mejor sabor y cocción al pan (nada que ver con esos panes congelados).
A parte de todos los procesos artesanales que seguimos, nuestra principal diferencia y mayor tesoro es nuestra masa madre. Son masas que fermentan sin la acción de levaduras industriales que gracias a la acción de microorganismos se crea un cultivo bacteriano y que aporta sabor, duración y olores en el pan, así estos panes se conservan con el mismo aroma durante más tiempo, lo cuál los hace únicos.
Haciendo una reflexión sana, pensando en nuestros antepasados, el pan del día y fresco no debe desaparecer, porque estamos inmersos en una rutina que no nos deja cuidar la alimentación. Comemos productos precocinados y congelados que no dejan apreciar los buenos sabores ni llevar una alimentación sana, por lo que nosotros abogamos por un pan sano, natural y por supuesto, del día.
NO NOS ENGAÑEMOS, EL PAN BUENO NO ES CARO, ES SANO